Ningún extremo es conveniente; ni de derecha, ni de izquierda; ni capitalismo salvaje, ni comunismo totalitario. La historia, signada por las luchas de poder y los desastres de los extremos, enseña sus horrendas consecuencias. Ni que el estado sostenga los campesinos, como zánganos, ni que el capital los explote como esclavos y en injustas condiciones. Es nuestro deber contribuir a crear...
Los extremos y sus consecuencias
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